Guía para emprender sin morir en el intento

5/14/20244 min read

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Hay tres motivos principales que te pueden llevar a emprender: tener una idea de negocio verdaderamente buena, desear tener un negocio propio o necesitar crearse una fuente de ingresos. Ninguno de estos motivos te convierte necesariamente en un buen empresario: puedes ser un fundador genial, pero un gestor pésimo. Con el objetivo de ayudar a quien se aventure al camino del emprendimiento, la consultora Spinoff ha publicado el estudio 'Sangre de unicornio', un informe que desvela qué hace que una startup fracase y cómo evitarlo. Empezar no es fácil, pero crecer es lo complicado.

Seguro que has escuchado alguna vez eso de que el que tiene padrino se bautiza y no es solo una frase hecha, tu red de contactos es uno de los activos más provechosos que puedes tener a la hora de emprender. Aunque no a cualquier precio, el networking se debe dar con gente con la que notes cierta afinidad, forzar la relación con personas con las que no congenias no tiene ningún sentido. Sobre todo porque, según recoge el estudio, estos vínculos deben ser como un boomerang: está bien recibir ayuda, pero, además de ser agradecido, hay que devolverla. Entonces, ¿hay que apoyarse siempre en los demás? No, también hay que saber decir que no si creemos que la persona que nos brinda el consejo puede estar equivocada, ya que no todas las experiencias o entornos funcionan de la misma manera. Parte de la receta del éxito -o del fracaso- está precisamente en quien emprende. Conocer muy bien el campo en el que opera tu empresa, ser un excelente programador o tener buenos contactos puede ayudarte a ofrecer un buen producto o servicio, pero no necesariamente te convierte en un buen líder. En el informe exponen que los jefes dominantes son los más habituales; pero los flexibles, los que más posibilidades tienen de retener al mejor talento. Eso sí, sin pasarse, tampoco hay que confundir al jefe con un colega. Aquí la recomendación es "fomentar un ambiente donde la gente pueda ser y hacer. Hay gente mejor que tú en mil cosas y para eso la has contratado".

De hecho, una de estas cosas que al resto se le puede dar mejor es precisamente mandar: si no te ves capaz de hacerlo, es mejor darle el puesto a otro, no siempre el fundador tiene que ser el líder. Triunfar o no, no depende de una sola persona, para conseguirlo hay que contar con un buen equipo. ¿Y cómo se consigue que este equipo trabaje en armonía? Con una buena cultura corporativa. Velar por esta sí que es trabajo del jefe. "Una compañía es la suma de sus integrantes y es importante que estos integrantes vean la compañía como algo a lo que quieren pertenecer, algo que quieren que triunfe", explican en el informe. Esta debe ser coherente, constructiva y sólida. De lo contrario, se diluirá al crecer. ¿Significa esto que está grabada en piedra? No, "hay que saber crecer con las necesidades del equipo, saber escuchar y adaptarse, pero siendo siempre fiel a tu propósito y valores". También el especialista en desarrollo de negocio Jorge Hortelano Solera hace hincapié en esto último: "Diseña una cultura en la que todos sean partícipes. Tu equipo es igual de importante que los clientes. Retener el talento es igual de importante que encontrarlo.

Tratas con personas, no con números". Mantener una mentalidad de aprendizaje constante es una de las principales recomendaciones de Luciana Tudela, cofundadora de Catalogueflow: "El mundo cambia rápidamente, especialmente en tecnología. Mantente siempre actualizado y dispuesto a aprender". Y no hablamos solo de formación reglada, sino también de fijarse en el día a día y en los fallos que cometemos. Considera cada contratiempo como una oportunidad de aprendizaje. Analiza qué salió mal y qué puedes mejorar para el futuro. Efectivamente, no todo es color de rosa: hay veces que las personas no funcionan como habíamos esperado y toca despedir. Desde luego, un trago desagradable, pero, aseguran desde la consultora, hay que hacerlo a tiempo, pues mantener a alguien que no consigue seguir el ritmo o genera un mal ambiente, puede acabar afectando negativamente al resto del equipo. No obstante, no podemos dejar a un lado la empatía. ¿Hay forma de hacerlo bien? sí. Por ejemplo, tratando de reubicar a la persona, contribuyendo a que crezca más o ayudando a buscar otro trabajo en el que tenga un mejor encaje. No cabe duda de que nadie emprende solo por amor al arte y el rendimiento económico es importante, entre otros detalles, para mantenerse a flote, pero quienes se han lanzado a la aventura insisten en que si se hace solo por dinero, es mejor buscar otro camino. ¿Por qué? Porque acabarás abandonando. Una idea que reitera el fundador de Efficient Happiness, Antonio Rodríguez Martínez: "Si lo haces sólo por dinero, el camino te matará". Y es que la paciencia es otro de los consejos más repetidos. "Probablemente, conseguir que tu empresa sea rentable lleve más tiempo del que te gustaría y eso es algo para lo que hay que estar preparado, emocionalmente y económicamente", añade la Top Voice y emprendedora Patricia García de Oteyza Llansó. Y, por último, una vez que el proyecto ha crecido y está en fase de madurez, quizá haya que replantearse algunas cosas. "Que históricamente lo hayas hecho tú no quiere decir que lo hagas siempre bien, sino que no había nadie más para hacerlo". Esto puede ir desde delegar algunas tareas a, incluso, dar un paso a un lado y quitarse de en medio, ya que ser un buen fundador no siempre es ser un buen empresario. Soy emprended@r Andalucía. Actuación cofinanciada por el Fondo Social Europeo Plus a través del Programa de Empleo Juvenil